El caso del despido de Lucas Berengua pone en evidencia la precarización laboral existente dentro del estado nacional en donde existen trabajadores con plenos derechos y otros que se encuentran sujetos a la discrecionalidad política del gobierno del turno.
Ayer en medio de ola de despidos estatales se hizo publico el caso de Lucas Berengua, un meteorólogo con 20 años de servicios fue despedido sin indemnización aún a sabiendas que se encuentra luchando contra el cáncer. Fueron varios casos similares al de el dentro del Estado nacional y literalmente constituye una condena a muerte para quienes son pacientes oncológicas.
Ello pone en evidencia la precarización laboral a los que encuentran sujetos numerosos empleados estatales contratados, muchos de ellos con años de servicios lo cual constituye una contradicción para un Estado que se dice ser garante de todos los derechos laborales de la población. Pero mas contradictorio aún es que la mayoría de esos empleados precarizados ingresaron durante gestiones peronistas cuya columna vertebral es el movimiento obrero.
Mediante el señalamiento y estigmatización de "ñoquis" por parte del gobierno de Javier Milei se busca ocultar no solo la intención real de ir contra todos los empleados estatales sino también esconder esta situación de vulnerabilidad laboral que convierte a los contratados de manera inmediata en variable de ajuste aún cuando hayan prestado servicios por una cantidad importante de años.
Por otro lado el Ejecutivo Nacional y de manera desvergonzada ha convertido al gobierno una bolsa de trabajo para novias o amantes, amigos y familiares de los miembros de su gabinete y aliados políticos. Una doble moral que se ejerce de una manera descarada y burlesca mientras que montan el circo de ir contra "la casta". La derogación del decreto 90/18 (quizás lo único bueno que hizo Macri) que impedía el nepotismo, habilitó no solo la designación de Karina Milei como Secretaria de la Presidencia sino también que Adorni, Menem y otros más coloquen a parientes y amigos dentro del Ejecutivo Nacional y Congreso. ¿y el ajuste que lo pagaría la casta? Bien gracias.
Mientras tanto las políticas de ajuste la pagan jubilados, trabajadores, empleados estatales, pacientes oncológicos, discapacitados, las comunidades originarias, jubilados y pensionados, la producción industrial, la pymes, entre otros.
Un análisis aparte merece el silencio y la actitud tibia de la Confederación General del Trabajo y la dirigencia política de la oposición peronista y los "dialoguistas" (estos últimos se la dan de republicanos y están impuestos a aprobar la venta de la patria a cambio de algún negociado o por no querer votar nada junto al peronismo aún cuando se a favor del pueblo).
Esta oposición debería reflexionar y asumir una actitud mas madura porque llegaron al Congreso para defender los intereses de su pueblo, el mismo que se encuentra hambreado y desesperado en estos momentos, y no para que se estén fijando si votan a favor o en contra de algo en función de como se mueve el peronismo y por temor a las críticas enajenadas de quién nos gobierna.
Es imperioso que reaccionen antes que el estallido social gane las calles y las consecuencias para nuestro país alcancen a niveles apocalípticas con despidos y cierre de pymes masivas, hambre generalizado y una depresión económica inédita. No se les pide que sean San Martín o Manuel Belgrano, les queda grande esa comparación, pero al menos un gesto patriótico a favor de pueblo, de nuestra nación que necesita con urgencia volver a ser justa, soberana e independiente en lo económico.
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