La peor noticia se repite otra vez en el norte del país, la muerte de chicos por hambre. Dos niñas y tres niños de la comunidad Wichí murieron la semana pasada en diferentes hospitales de Salta, en un intervalo de cinco días: cuatro de los pequeños tenían un cuadro de desnutrición. En lo que va del año ya van 11 muerte de menores de edad.
Los niños fallecieron entre el 12 y el 16 de marzo y tenían entre un mes de vida y dos años. Todos vivían en distintas zonas del municipio de Santa Victoria Este, que se encuentra dentro del departamento Rivadavia, donde vive la mayor cantidad de comunidades wichis. Rivadavia, junto con San Martín y Orán, se encuentran desde 2020 en emergencia sociosanitaria por los graves problemas de salud que enfrenta la niñez ante la falta de alimentos y agua potable. Las organizaciones civiles, como Pata Pila, indican que el gobierno provincial y el nacional deberían hacer políticas fuertes para evitar la mortalidad infantil en el norte extremo de Salta.
Entre 2022 y 2023 fallecieron 300 niños y niñas y se está poniendo más brava la situación porque hace años no hay una decisión política de los gobiernos provinciales y nacionales para que no mueran más chicos.
En lo que va del años ya fallecieron 11 niños desde recién nacidos hasta adolescentes. El centro de recuperación nutricional estuvo colapsado todo el verano. Lamentablemente los niños que logran salir de la situación vuelven luego a la internación debido al a situación socio económica en la que se encuentra.
El sistema de salud por su parte no cuenta con los medicamentos necesarios ni traslado eficiente. Pero además de acuerdo a los testimonios de muchos pacientes son tratados como "animales".
La situación actual del país agravó las condiciones económicas de las comunidades residentes en el lugar: "En esta semana se combinaron varias cosas: primero, la gente tiene hambre, pasamos de comer una vez por día a estar varios días sin comer".
Cuando un gobierno nacional aplica el ajuste a los sectores mas vulnerables se puede definir a su política económica como la planificación de un genocidio social. Y esto se configura como un hecho mas grave cuando quien encabeza el ejecutivo nacional dijo que la única cartera que iba a tener billetera abierta era el ministerio que debe atender el hambre.
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