EL PAN EN SALTA: DE LA MASA AL VACÍO - Antares News

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viernes, 5 de abril de 2024

EL PAN EN SALTA: DE LA MASA AL VACÍO



El consumo de pan en la provincia de Salta ha experimentado una caída significativa del 30%. Los panaderos, preocupados por esta tendencia, se enfrentan a un desafío inusual: ¿cómo mantener el aroma tentador del pan recién horneado cuando los precios se han disparado como levadura en un día caluroso?


Daniel Romano, presidente de la Cámara de Panaderos de Salta, reveló que la decisión del Gobierno Nacional de revocar el Fideicomiso del Trigo ha sido el ingrediente secreto detrás de esta disminución. Antes, el precio de la harina estaba regulado, pero ahora, los precios del pan se han elevado hasta las nubes, dejando a los consumidores con menos apetito por la masa dorada.

“La caída del consumo de pan equivale a un 25% al 30%, igual que en todos los rubros. Los aumentos son generales, y con generales me refiero a de todo tipo, y todos sufrimos. Te va a afectar más si está más cerca o más lejos, pero a todo el mundo le sube todo”, informó Romano. La liberación de precios ha convertido a cada panadero en un maestro panadero independiente, estableciendo sus propios precios según su disposición comercial y costos personales.

El nuevo modelo económico ha dejado a los panaderos en un horno caliente. Algunos han optado por precios modestos, mientras que otros han inflado los valores como un soufflé rebelde. “Si yo quiero ponerle a $6.000, lo pongo. Las razones son mías. Ahora, si la gente me compra o no, ya es otra cosa”, expresó Romano con una mezcla de resignación y determinación.

En este escenario, la gente se ha convertido en el regulador del mercado. El precio de costo se establece para que “la gente pueda comprarlo”, pero también para generar una ganancia adecuada. El pan, una vez un alimento básico, ahora se debate entre la necesidad y el lujo.

Los fondos del Fideicomiso del Trigo, que antes subsidiaban la bolsa de harina común de 25 kilos, ahora se han desvanecido. Las panaderías, como artistas culinarios, deben improvisar con los insumos fluctuantes. La margarina, a veces a 30 mil pesos y otras veces a 70 mil, se mezcla con la incertidumbre económica.

En resumen, el pan en Salta ha pasado de ser un alimento cotidiano a un bien preciado. ¿Quién hubiera pensado que el humilde pan podría ser tan controvertido? Quizás, en este mundo de sabores cambiantes, el pan también busca su lugar en la mesa de la historia económica.

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