Las estafas piramidales disfrazadas de educación financiera configuran un síntoma claro de una microeconomía en picada en donde los únicos beneficiarios son las grandes fortunas y los estafadores de poca monta.
Por Anteres Descartes
¿Cómo se combate a las estafas ponzis? Es la pregunta que todo el mundo se formula en estos días. La respuesta es una sola: con un modelo económico industrial fundamentado en la justicia social. Si bien la materialidad no hace la felicidad, brinda tranquilidad. Un pueblo desesperado por llegar a fin de mes siempre va a ser pasible de estafa.
El crecimiento de las estafas, de esas "promesas de ser millonarios en poco tiempo" o "dinero fácil" son síntomas de una economía en decadencia. Solo la JUSTICIA SOCIAL es la garante de la paz, la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación.
En los últimos años en las redes sociales, en especial Facebook y Telegram, se pueden observar la aparición de grupos de usuarios destinados a intercambiar información sobre aplicaciones que promueven la "libertad financiera" y ofrecen cursos para aprender a tradear en una semana activos financieros de alta volatilidad sin ningún tipo de regulación por parte del BCRA o CNV (Comisión Nacional de Valores). Si bien se establece la exigencia de aprobar un curso de idoneidad para ofrecer consultoría financiera, no hay un control sobre las billeteras que ofrecen shitcoin y memecoins.
El año pasado la CNV aprobó una resolución que habilita a menores de 13 años a invertir en la bolsa capital para fomentar la educación financiera. Al parecer al gobierno nacional le importa más establecer como base económica el modelo especulador y no el productivo. Convertir a Argentina en la Cuba de Fulgencio Batista: un gran casino sudamericano en dónde las estafas, la timba financiera y el lavado del dinero narco están a la orden del día, parece ser el gran objetivo de Javier Milei.
El proyecto libertario de $Libra tenía como objetivo habilitar la inversion de "emprendedores" (un término que hay que revisar ya que se lo usa para todo) que tenían una parte del dinero no blanqueado fondearlos en dicha shitcoin. Básicamente es la especulación como base de crecimiento y desarrollo económico de Argentina.
"Cada estafa es impulsado por un deseo de dinero fácil, es la única cosa que el estafador y el estafado tienen en común" sostiene Mitchell Zuckoff, autor de la biográfica de Carlos Ponzi. Claramente es lo opuesto a la llamada "cultura del trabajo" (otro concepto a revisarse) que reivindican algunos sectores libertarios. Es lo contrario al progreso sustentado en la columna vertebral de la nación: los trabajadores. ¿Será por esto que llaman comunistas a todos aquellos que revindican la industria nacional? ¿Será que el zurdo de mierda en verdad es el obrero de a píe y el héroe es el especulador que evade impuestos y controles estatales? ¿quién es el sujeto de derecho en el gobierno libertario?
Todas estas preguntas tienen una sola respuesta, aportada por el mismo presidente de la nación: "Lo que hace el contrabando es evitar al fisco. Para mí los contrabandistas son héroes. Uno de mis grandes héroes, yo lo suelo mencionar en mis charlas, es Al Capone. (...) Un día un supuestamente iluminado desde la poltrona en Chicago decidió que no se podía tomar más alcohol y los productores de alcohol no tenían a quién más venderle, con lo cual quebraban y los que querían tomar no tenían dónde, con lo cual los dueños de los bares estaban a la miseria. En ese contexto se crea una oportunidad de negocio y Al Capone la ve. Se convierte en un trader. Un héroe (...) El estado lo injurió tratándolo de traficante, lo convirtió en un asesino".
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