Mientras la política debería debatir ideas, en Salta una candidata apela a repartir tangas y preservativos para ganar votos. ¿Estrategia innovadora o vaciamiento del discurso público?
Por Mavi
La campaña electoral en Salta alcanza niveles de frivolidad inéditos de la mano del Frente Liberal Salteño. La protagonista en esta ocasión es la candidata a senadora provincial por Rosario de Lerma, quien a través de su cuenta de Facebook anunció que recorrerá los barrios repartiendo tangas, boxers y preservativos.
Se trata de la política líquida en su máxima expresión: banalizada, reducida a una estrategia tik-tokera y alejada de cualquier debate serio. Pero aquí no se buscan likes, sino votos de una juventud enganchada a las redes sociales, donde el espectáculo reemplaza al contenido.
Los outsiders cumplen ese rol: vaciarla política de sentido, convirtiendo lo que debería ser una herramienta de transformación social en un mero circo electoral. Detrás de estos gestos grotescos, siempre hay hilos movidos por intereses inconfesables, aprovechándose de una sociedad desencantada, despolitizada y fácilmente manipulable.
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